¡Y desde luego que sí!… ¡Hay gente para todo en la viña del señor!
Dentro del Gremio de Campaneros Valencianos, hay una asociación cultural, Els Campaners de la Catedral de València, dedicada a recuperar la tradición de tocar las campanas manualmente, además de estudiar, investigar, conservar y seguir las restauraciones. (…)”Es tracta de conéixer, utilitzar, conservar i difondre les peculiars característiques d’un instrument musical destinat a usos comunitaris. No oblidem que les campanes, ben conservades, sonen igual al llarg dels segles i són, per tant, la més antiga música viva, la més alta i sonora vida comunitària.” Bueno…pues eso.
Campana en la plaza de Giraba d'Abajo
Como en este blog no le hacemos ascos a nada, voy a hablaros brevemente del tema. Esa asociación tiene una curiosa web que, entre otras cosas, además de registros en mp3 de multitud de toques, monografías, inventarios de matracas o de relojes, tiene un inventario de campanas del País Valencià y, el que esto escribe, se molestó hace años en confeccionar un catálogo de las existentes en Ludiente. Contiene dicho inventario una ficha de cada una de las campanas del pueblo y, además de su nombre, nos facilita su descripción, localización, estado de conservación, su epigrafía, valoración, mecanismos para tocar, su instalación, su protección legal, en caso de tenerla, diámetro, peso, etc., etc. Bien… pues acabo de actualizar el *.pdf y a continuación os invito a su lectura:
Las campanas de Ludiente
Una vez más no puedo evitar dejarme llevar por la nostalgia y rememorar cómo se volteaban las campanas, –manualmente [los campaneros] of course-, en las ocasiones pertinentes, ni cómo, de niños, muchas tardes de verano, sin nada mejor que hacer, subíamos al campanario de la Iglesia, cuya entrada se franqueaba libremente puesto que no se cerraba el templo, -ni las casas- y, a deshoras, traviesos de naturaleza, tocábamos arbitrariamente las horas, badajo en mano, mientras nos precipitábamos, escaleras abajo, para escamotearnos a la reprimenda de rigor.
Pues bien,…,una de las campanas tiene su historia…escrita…y el texto, del 52 del siglo pasado, es el siguiente:
Bautizo de la campana Emilia
Es decir, que, a expensas de un tal Antonio Tomás Sanz, y a mayor gloria de su señora, Emilia, con la voluntaria [-en aquellos años-] colaboración en especie o en dinero de los vecinos del pueblo que se relacionan en el texto [y el subsiguiente reproche a los “timoratos y desengañados de este mundo“], se financió la campana en cuestión, que se fundió en Almazora y se «bautizó» en Ludiente un 12 de octubre de 1952.
El caso es que, no sé si es mi ludensfilia o qué, si afináis el oído, os percataréis de que la campana que da las horas, –a lo mejor es la Emilia-, suena especialmente bien si la comparáis con los quejumbrosos tañidos oxidados de otras campanas de otros pueblos. En fin,… no tengo remedio.
Julio, 14 de julio de 2011.
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