- Fuente de L’Hoya de l’Agua
Me ha parecido pertinente, en lugar de escribir un comentario a la última y excelente entrada de Paco Gil, escribir otra complementaria a la suya, que me permita adjuntar un texto que puede aportar algo más de información sobre el tema.
Se trata, una vez más, de un escrito “escaneado” del programa de fiestas de verano de 1989 y, en esta ocasión está firmado por Albert Fernández Albalate. En él podréis observar una fotografía antigua de la fuente de Lazaroyo (o de l’Azarollo [*]), cuando todavía conservaba el tejado de lo que era un lavadero adjunto a la fuente propiamente dicha. El texto en cuestión es éste (-haciendo clic en la foto se descarga en pdf, para una lectura más cómoda-):
No quiero dejar pasar la ocasión de señalar, para acabar, que el número de fuentes es, o mejor dicho era, mucho mayor que las 33 catalogadas por Viçent Pau Serra y reproducidas oportunamente por Paco Gil. Sin desmerecer ni un ápice el elogioso trabajo de Vicent Serra, -de hecho de algunas de las mencionadas no sólo desconozco su ubicación, sino que incluso su nombre me ha sorprendido-, el caso es que se puede afirmar que prácticamente cada masía, de las muchas que abundan en el término, contaba con su fuente, o al menos su aljibe, como, por otra parte, cabía suponer por pura lógica [**]. Si tenemos en cuenta que estamos hablando de más de cuarenta masías, aparte de las muchas existentes en “tierra de nadie”, por así decir, llegaremos a la misma conclusión.
Ahora bien, cosa distinta es su localización exacta. Si tenemos en cuenta que dichas surgencias no necesariamente estaban colindando exactamente con las casas de las masías sino en sus cercanías, con mayor o menor proximidad, en concurrencia con el general, y ya antiguo, abandono del terreno en general y de edificios, caminos, manantiales, etc. en particular, y a esto le añadimos la presencia de una mayor humedad edáfica, aún cuando el manantial no fluya y quede subterráneo, y, en consecuencia, se «sufra» una mayor densidad de vegetación hidrófila, -y no me refiero sólo a juncos, sino a zarzas,- podemos colegir la dificultad de ubicarlas en la actualidad.
Así, he pasado unas cuantas veces por el Mas d’Espelleta y no he visto nunca fuente alguna, por mencionar sólo una de las que figuran en la lista de Serra. También es cierto que, no conociendo su existencia, no he dedicado un minuto a su localización (-la próxima vez, lo haré-). Pero, otras en cambio, que llegué a tiempo de ver todavía con agua y de las que sí sé exactamente dónde están, ahora mismo es prácticamente imposible verlas o siquiera acercarse a ellas. Estoy pensando en la de la Masía del Zurdo, por ejemplo, o la que había en La Crebá o incluso la del Canalizo (-me refiero, no a la que se arregló y limpió el camino hace unos años debajo de la carretera, sino a la que siempre existió arriba de la misma-).
Ejemplos de aljibe, más o menos, bien conservado tenemos el de La Cervera (ver foto), o los actualmente secos del Buinegro (uno, el que se halla junto a la masía del mismo nombre y que todos conocemos, y otro también cercano, pero mucho menos conocido, de dimensiones bastante apreciables y con unos escalones tallados en un gran bloque de piedra). Otros, sin embargo, hay que esforzarse (-tuve que hacer una limpieza previa de zarzas para hacer la foto-) para visualizarlos, incluso cuando su localización es sencilla (apegado a la pista y junto a El Tormazal (-nombre de masía con el que tengo de nuevo mis dudas. Léase comentarios 1 y 2), u otro, cuyo interior todavía conserva agua, que hay justo en el collado, apegado a la senda, junto a las ruinas de un corral, anterior a la ascensión definitiva al Buinegro. Ambos se sobrepasan a medio metro de distancia sin ser vistos.
No me atrevo a aventurar un número aproximado de fuentes, manantiales, aljibes,… en el término, pero sin duda, si nos dispusiéramos con rigor a la tarea, como muy bien han propuesto algunos, obtendríamos un resultado considerablemente mayor a las listadas por Serra. Sin ir más lejos hace poco tiempo localicé casualmente, tratando de abrirnos paso por el viejo camino de Lucena cuando atraviesa el Barranco Hondo, es decir, el del Manzano o Árboles, en su mismo cauce y casi tapada por la maraña habitual otra fuente de la que no puedo deciros su nombre. Su localización exacta podéis verla en el siguiente mapa (-por cierto, he indicado también la ubicación de la fuente La Martina, en una curva de una pista que saliendo de Los Cubos de Royo machaca el viejo sendero en su descenso al barranco…¿No será la misma que la que Viçent Serra denomina ‘Martín’?-):
Una fuente que, probablemente gracias a unos ganaderos que, a temporadas, dejan vacas entre L’Hostal y Los Mores, conserva, hoy en día, un buen caudal de agua es la de esta última masía., si bien su estado de conservación deja mucho que desear. Hace años que se perdió, tirada en el suelo a un metro escaso de su boca asfixiada de hiedra, la ventanica de madera que resguardaba del exterior el considerable manantial que tantas bocas tenía que saciar. Su agua sigue siendo fresca y abundante [***].
Fuente de Los Mores
Pero, sin lugar a dudas, un bien a conservar lo tenemos en la fuente de La Reduela, con su encalado,… su azulete todavía visible,… su arco,… su puerta de madera y su lavadero. También era responsable de la sed y la higiene de otra de las grandes masías de nuestro término. De las que tuvieron escuela…
Fuente de La Reduela
Fuente de La Reduela
Julio, 21 de marzo de 2011
[*] El topónimo Azarollo se repite en la zona –ver por ejemplo, Barranco de Azarollo, en la margen derecha de la rambla Santana, o sea el barranco de Santa Ana, donde desemboca, ya en el término de Zucaina, un poco más al norte de la desembocadura del Barranco Matamoros, el que atraviesa la Masía de l’Hostal– y su nombre no es más que una de las denominaciones vulgares (Azarollo, Azarollos, Azarolo, Serbales, Serbal común, Serbal doméstico, Acerolo, Acerollera, Acerollo, Azarollera) de un árbol mediano de crecimiento lento, de forma redondeada y de hoja caduca de la familia de las rosáceas –Sorbus domestica– que, si bien no abunda en nuestro término municipal, sí es posible encontrar algunos ejemplares desperdigados. Su fruto, muy rico en vitamina C es comestible cuando está pasado y se utiliza también para fabricar mermeladas. Por cierto, en la actualidad hay todavía un pie de este árbol, junto a la citada fuente. Otros ejemplares de cierto porte existen en La Granella y en las inmediaciones de Los Cubos de Royo por citar algunos, aunque tengo mis dudas sobre su clasificación – ¿será el serbal de los cazadores, sorbus aucuparia L? –
[**] La misma lógica que hace suponer, por ejemplo, que, por el contrario, la gente de La Masía del Cabezo Royo, pudiera beber de la misma agua, que la de Benachera, por encontrarse la fuente casi a mitad camino de ambas, o que los del Mas de Gil acudieran a la fuente de La Reduela, al menos, para la de consumo doméstico. -Me apresuro a confesar que esto último, no es más que pura suposición, quizás cogieran el agua de algún otro punto cercano que no controlo. Espero vuestras correcciones-
[***] Por cierto que, efectivamente, como decía nuestro amigo Paco, un señor mayor que vive a temporadas entre l’Hostal y Zucaina, nos relató hace años, al Dr. Nemapogon y a un servidor, cómo, en tiempos de la delimitación de los términos municipales, todos los ayuntamientos pugnaron con fuerza por tener acceso a la Fuente del Navarro, que dicho sea de paso sigue manando y que, además, se halla junto al Camino Real de Aragón a Onda, que se cita en el Corpus Toponímic Valencià bajo el epígrafe Vies de comunicació y que tiene tramos de sendero muy chulos, llegándose a la salomónica solución de contentar a todos ellos con el resultado alargado del contorno de nuestro término municipal.
Mapa Fuente El Navarro/Término Municipal
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